martes, 25 de octubre de 2011

Pequeños e inmemorables

No sé como acabamos llegando a ese punto...

-¿Y qué haces?- Me dijo poniendo voz juguetona.
-¿Cómo?
-¿Es que no quieres follar?- Me dijo por el móvil.
-Ufff... No me hagas esto... estoy en el autobús, vas a hacer que me meta en un lío.
-¿Eso es que ya no quieres follar conmigo?

No pude evitar recordar sus bragas moradas. No pude evitar recordarla recostada de lado, en la cama, sobre las sábanas azules y con esas bragas moradas. Sus piernas. Como se subía la camiseta. La deseaba y siempre la desearía. No nos conocimos hace mucho, pero fue muy intenso.

-En breves llegaré a casa, espera anda... sabes que tengo tantas ganas como tú.

Siempre me volvieron locos sus jadeos, su voz cuando estaba cachonda, cuando mojaba, cuando se corría. Nunca supe decirle cuanto la quería... Pero por desgracia parece ser que se acabó.

-Vamos a cambiar de tema, anda, no me hagas esto. Espera a que llegue a casa y follamos. Sabes que tengo tantas ganas como tú.
-No, es igual. ¿Qué haces?
-No, en serio, espera a que llegue a casa. Sabes que todavía te deseo y qué desde que te fuiste no he parado de pensar en ti y en desearte.
-Déjalo, en serio. Era broma.

1 comentario:

  1. Qué trissssssste por Dios, en serio T_T Creo que he sabido captarle el sentimiento de verdad, y ofú, qué trissssssssteeee T_T

    PD. Soy @MiaufMiauf :DDDDD

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