jueves, 2 de febrero de 2012

Diplopía

Y suena otra canción.

-Siempre quise ser feliz.

¿Os ha venido alguna vez la impotencia ante ciertas situaciones de la vida? Eso me pasó hará cosa de un año. No sé bien a cuento de que. Será que nunca hable con nadie de ello, puede que reprimirlo y creer que iba a superarlo solo era la solución, pero parece ser que no. El caso gracioso es que siempre he creído que podía ser feliz. De hecho puede que lo sea. Pero no es algo importante.

La importancia de las cosas es tan relativa... Lo que creemos que puede interesarles a otros realmente es algo que puede darles por completo igual. Lo que a nosotros nos parece tan banal y carente de importancia puede ser miel para otros. Y lo mejor es que siempre he visto que se ha dado el caso de esta manera. Aunque a lo mejor no he visto nada nunca.

-Y... ese tema... ¿como lo llevas?
-¿Qué tema? Ah... sigo teniendo miedo a las mujeres.

Uno de los mejores placeres de la vida que he podido probar ha sido beber. Emborracharse realmente convierte a una persona en un Dios. Eso me recuerda a una vieja película 'La leyenda de Bagger Vance'. Tiene uno de los mejores diálogos que he oído jamás en el que habla del alcohol como una cura para matar los recuerdos, aunque es una cura lenta y muy difícil de que pase.

-¿Ya no te interesan?
-No es eso, es que creo que creo en algo que ellas no alcanzan a ser.

Me gusta juntar ideas los días de borrachera. Son días en los que todo sí cobra importancia para todos. Todo cobra un sentido, todo cobra una razón de ser. A veces es mejor no ver, no creer. Dejarse llevar, supongo. No sé. Mañana ya dirá si tengo razón en algo.

-No es que no quiera nada de ellas, es que ellas no me dan lo que quiero. Puede que vaya aún muy adelantado a los tiempos que corren.
-Puede ser. Yo no puedo decirte nada. Soy tú. Si tú no lo sabes, yo no creo que lo pueda saber.

1 comentario:

  1. Si uno se arriesga poco en los tiempos que corren, se pierde por el camino (supongo).
    Pero estoy muy de acuerdo con usté en eso de que para lo que a ti te parece lo máximo, para los demás es algo banal. Aún así, eso siempre ha ocurrido desde que el ser humano es humano, y nos quedamos con eso. Por eso es importante, digo yo, el compartir una experiencia con alguien. ¿Y la felicidad que te da al saber que otra persona es igual de feliz en esa experiencia?

    Esta noche me tomaré una cerveza a tu salud.

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