jueves, 4 de agosto de 2011

Sobre el agradecimiento

Una cosa que me ha llamado siempre la atención es el hecho de dar las gracias. Mucha gente hace cosas sin pedir nada a cambio, pero sino eres agradecido ya la hemos liado, porque comenzamos a tener problemas y mala imagen. Desde pequeñitos nos enseñan que hay que dar gracias por todo, que hay que darles las gracias a todos los que hagan algo por ti, ¿pero por qué?

Me gusta pensar que se puede hacer un dualismo a la hora de calificar los actos a agradecer. Cuando necesitamos ayuda y la pedimos es lógico (y obligatorio) dar las gracias por ello, ya que estamos exigiendo a alguien que nos dedique tiempo de su vida y como mínimo merece reconocimiento por el noble gesto.

Otro punto es cuando la gente hace las cosas por 'altruismo'. Bien, parémonos aquí, primero aclarar que muchas veces se trata de falso altruismo únicamente con la finalidad de hacerse un lavado de conciencia y así la persona pueda llegar feliz a su casa a ver la televisión, pero daremos por hecho de que hablamos de altruistas sólo (y falsos altruistas, que al fin y al cabo no quieren que se les descubra). El altruismo es la acción de mejorar el bienestar ajeno a costa del propio, si fuera necesario. Es un acto voluntario, que no pide nada a cambio ni tiene un motivo que lo preceda. La gente altruista lo es sin más, sin motivo y sin finalidades de ser premiados. Aquí el asunto es delicado. Se debe agradecer, está claro, pero ¿Siempre?  Depende de la situación, creo. No siempre me ha sido muy agradable decir gracias a alguien que se ha entrometido sin necesidad, aún obrando de corazón. Pienso que depende del juicio de cada uno.

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