lunes, 28 de noviembre de 2011

Muerto el perro, la rabia pasa a otro.

Perdida la voluntad. Es una batalla sin fin y sin ganas de luchar. Esa puta manía de decir que nunca más, que es una mentira, pero siempre los ves reviviendo su pasado. Atándose a sus engaños, rompiendo lo prometido. Dando saltos de piedra en piedra al borde de un precipicio. Personas normales que te encuentras en cualquier lado, personas normales que te hablan de cosas normales. Personas. El mundo lleno de ese tipo de personas. Sinceramente ¿A donde irá a parar el tiempo perdido? Esos valores enseñados desde críos, esa forma de vida. Ese estilo de asentamiento que nos hace ser lo que somos, unos amargados viviendo, o unos amargados que intentan vivir. Necesitamos sentirnos realizados, pero nos lo han ocultado, prohibido, nos han dado un placebo.

-¿Por qué te has acostado conmigo, si se supone que tú no eres de esos?- Dijo ella, tendida a su lado.
-Me gustas- Dijo él- Pero no espero que sigas ahí mañana.

Es a lo que nos limitamos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Prestigio, parte segunda.

-¿Por qué lo decías sino era cierto?

No era la primera vez que se topaba con la misma imagen. Se le acercaba dócilmente una mujer, intentando crear un vínculo, un principio de nada. Muestras de complicidad que no llevan a nada.

-Era cierto, pero no sé... No estoy contenta.

Es curioso cuando siempre te dicen 'es que busco al hombre adecuado', demuestras que lo eres, y siempre queda en lo mismo. Todas se quejan de su mala suerte, de lo mal que han sido tratadas, de los cuernos que se han llevado, pero te das cuenta que es al revés. Que invierten los papeles para ganar la confianza de su presa a la que devorar lentamente en la cama, como un trofeo de caza que se expone sobre la chimenea humeante de invierno para jactarse con los amigos de clase alta pero de mentalidad escasa.

-Es lo de siempre, no sé. No tienes criterio, ni palabra. No tienes ni idea siquiera de lo que quieres.

Acabó harto. No se culpó ni la culpó, es normal. Es ley de vida. Pero quema el paso del tiempo y ver que una tras otra son sólo mentiras que se apilan en un álnum viejo de fotografías color sepia que se ven marchitas por el tiempo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Prestigio, parte primera

El taconeo constante de los zapatos contra el duro asfalto. Una ciudad ruidosa, escandalosa. Un silencio que nunca vino. Pulsó al play para acallar las voces. Un salto desde una ventana.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Fugacidad.

El traqueteo del tren no cesaba. Aún quedaba media hora para llegar al lugar del destino y no apetecía seguir oyendo música. Una llamada. Era ella. No se recuerda con exactitud la conversación, pero no es necesario. Todos sabemos como acaban estas cosas.

No sé si se explicó mal o ella no quiso entenderle. Sólo sé que ella no llamaría jamás. Tal vez ya sea la hora de cerrar este capítulo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hemos muerto

Hemos llegado a dominar el fuego. Hemos sido capaces de abrir la Caja de Pandora y sobrevivir. Hemos dominado le mundo. Viajado a otros universos. Colonizado a otras poblaciones y extinguido a cientos de especies animales. Hemos hecho uso de nuestro potencial, para bien y para mal. Hemos salvado vidas y aniquilado otras tantas. Hemos sido Dioses y no hemos aprendido de la experiencia.

La historia está escrito en libros y tenemos un buen diario al que recurrir cuando no sepamos que hacer para saber que no hacer. Pero lo ignoramos. Hemos olvidado ha donde hemos sido capaces de llegar. Hemos olvidado nuestra fuerza, nuestra voluntad. Despreciamos nuestra entereza y ahora sólo esperamos que nos regalen nuestra vida en un 2x1 del Carrefour.

Sabemos desperdiciar las oportunidades, rendirnos a nuestros caprichos baratos ignorando las verdaderas necesidades, creyendo que la voluntad y el alma se pueden comprar.

El Ser Humano ha muerto. La Persona ha dejado de existir como meta. Sólo verás a un rebaño de animales sin clasificación concreta vagar por unas calles grises en busca de otra tela barata con la que tapar susvergüenzas, pensando así que se puede poner parches a un corazón marchito y a una vida que supura pus.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Ya hasta dudo de que la luz del Sol sea una luz real. Dudo de que la vida sea una vida real. Son todo mentiras al fin y al cabo ¿No?. ¿A qué te puedes aferrar que no se desvanezca? Tal vez esa puta inseguridad es lo que les anima a vivir. Esos seres extraños que observo desde los barrotes de mi alcantarilla favorita.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Nos enseñaron a no enseñar

Nos enseñaros a ser los chicos duros de la clase, pero nos invirtieron los papeles y ahora somos los que lloramos por esquinas, escondidos de las miradas ajenas, y de esos corazones de zorras mal paridas. Todas dirán que quieren un príncipe azul a lomos de un noble corcel. Pero el príncipe sólo les sirve para traer la comida del McDonnals mientras que son secuaces de la polla del noble corcel.

Nos enseñaron que la imagen lo es todo, y juzgamos toda apariencia como buena o mala tachando el valor del oro que ocultaba el cofre.

Pero ya no importa nada, nos hicimos a nosotros mismos, matando la razón con el sentimiento, y al sentimiento con la razón. No importa nada cuando nada es importante. Pero bueno, siempre supe que mi opinión es mía y nunca importó a nadie. Ahora no es el momento para que importe.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Inmortales

Aún guardo su recuerdo. Aquellas tardes de verano, con el sol a medio caer en el negro abismo, corriendo por orillas y haciendo castillos de arena con nuestros sueños. Teníamos una melodía de piano a nuestras espaldas. Teníamos un mundo por conquistar y mil historias, historias varias. Historias de desconocidos, de amigos, familiares, de luchas perdidas, de batallas a medias. Teníamos un mundo, yo, conmigo mismo, teníamos nuestro mundo.

Supimos serle fiel al tiempo, aullar a las farolas y correr tras los ovillos de lana, correr tras el viento, contra las olas. Arremeter contra los muros de nuestra ignorancia. Y siempre con 20 centimos en le bolsillo y un cigarro, pero no un mechero.

El vaho del café subiendo lento en los amaneceres. Las tardes de otoño, las mañanas de invierno. las carreras por la nieve, su risa. Mis manos frías por el hielo. Una gota de sudor, un recuerdo. Un mundo que aún no he vivido pero sí creado. Un reino que destruí hace siglo y medio. Sólo sé pedirle pausas al tiempo. Ya ni la muerte me teme, ni yo a ella. Tenemos una partida pendiente a esta interminable ronda de ajedrez. ¿Pero sabes una cosa? No, no sabes realmente nada.

Hemos crecido juntos. Hemos aprendido, olvidado, merecido castigos y cumplido servicio y penitencia. Pero siempre con 20 centimos en el bolsillo y un cigarro, pero no mechero. Pero siempre inmortales porque ya está escrito sobre nuestra historia, y eso es algo que nunca se podrá eliminar. Algo que jamás podrá ser modificado. Mentirás sobre ello, te arrepentirás, lo pintarás de oscuro. Dirás que la vida fue injusta. Dirás que fui el mayor error de tu vida. Pero juntos construimos un mundo que jamás será destruido, que jamás será modificado.

Ay, si es que hasta yo me repito. Sólo son interminables peticiones de pausa al tiempo y 20 centimos en el bolsillo. Y ese vaho de café que sube lentamente en las tardes de otoño y las mañanas de invierno. Y un cigarrillo medio consumido en el cenicero. Pero no un mechero.